Patton y los conciertos en plantaciones

Tengo, sobre mi mesa, un ejemplar del diario El Mundo, en el que se habla, entre otros asuntos, de ‘bancos malos’ –si hay bancos malos, ¿cuál es el bueno?, me pregunto siempre- y de la ayuda de 400-450 euros para desempleados sin otra prestación (de la crisis, en definitiva); a su lado, un libro que me regaló David García, Tallo de hierro, de William Kennedy, que narra la trágica historia de una pareja de vagabundos en 1938, en plena Gran Depresión.

En Tallo de hierro se habla de unas cuantas canciones de la época. El autor cuenta cómo Helen, la vagabunda alcohólica coprotagonista, se sube a un escenario y canta algún que otro tema popular, y deja de sentirse pobre, y recibe reconocimiento por parte del público, etcétera.

Mi “Santísima Trinidad Musical” de la Gran Depresión del pasado siglo la forman tres cantantes afroamericanos: Charley Patton, Leadbelly y Blind Willie McTell. Aprovechando mi lectura, vamos a hablar un poquito de cada uno de ellos en Acordes Modernos.

Sobre Patton:

Cuatro años antes del momento en el que se desarrolla el libro de Kennedy, el 28 de abril de 1934 murió Charley Patton –escrito erróneamente “Charlie”-, debido a una cardiopatía. Patton no la palmó en un hotel de cinco estrellas o en una mansión en la playa, sino en una plantación cercana a Indianola (Misisipi).

 En 1929, este músico afroamericano publicó su primera grabación, Pony Blues/Banty Rooster Blues”. Patton trabajó con dos de las discográficas estadounidenses más importantes del momento –Paramount y Vocalion-, y se hizo muy popular en toda Yankeelandia con temas como “Jesus is a dying-bed maker”, “Going to move to Alabama” o “Hang it on the wall”.

Charley Patton tocaba donde le daba la gana y acudía adonde le llamaban. En alguna ocasión tuvo que cancelar algún show, ya que había aceptado tocar en dos sitios distintos en el mismo momento. Me llama la atención que este artista de primer nivel, donde más actuaba, era en las plantaciones. Este no cobraba 70 euros por concierto en plena ruina, como hacen Serrat y Sabina.

Patton, enano y negro, fue homenajeado en 2001 por Bob Dylan. El genio de Duluth le dedicó la canción “High water”, en su disco Love and Theft.

Escuchemos «Spoonful blues»:

Y «Shake it and break it»:

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